Los «Observatorios» en la República Dominicana tienden a ser meras herramientas publicitarias de grupos, a veces conformados por una sola persona, como parte de la llamada «Oenegización» de la Sociedad, donde, crear organizaciones, incluso, para trazar pautas en la sociedad, es demasiado fácil.
Basta para que usted tenga deseos y capacidad de invención, y procede a separar un nombre, colocar unos estatutos, aunque nunca los cumpla para que, rápido y veloz, aparezca como una Organización a quien, incluso, organismos, instituciones y grandes empresas terminan dando no solo patrocinio sino también credibilidad.
Pasan los años, y, sin profundizar mucho, vemos a las mismas personas dueñas de estas ONGs que dicen ser «observatorios», que no reportan nada de sus análisis, dando premios y saliendo en tv y otros medios como grandes sucesos y al final, el criterio para premiar dista de ser incluso, medianamente serio.
Son signos del poder, herramientas de control social creado por instituciones que les interesa mantener estas o por entes privados que usan las premiaciones y el figureo desmedido, la entrega de reconocimientos y los eventos anuales con las mismas personas, como parte de una sociedad evidentemente de cristal, incapaz de buscar los «por qué» que las cosas y menos, determinar si los que dan premios, están calificados para ellos.
Vemos que ahora una de estas organizaciones que ha tratado de capitalizar los medios digitales y blogs de la República Dominicana, procede a otro evento más, con las mismas personas o casi, igual, para terminar premiando a los mismos, o casi igual, mientras que otros, no importa el esfuerzo que hicieren durante meses, quedan relegados, porque no se dan cuenta de que son instrumento de grupos de poder que usan los eventos para «venderse» visualmente como parte de la supervivencia.
¿Cuáles son los criterios que usan para premiar?
Es fácil darse cuenta de que algunos medios que históricamente han premiado, si bien posiblemente usan lo digital y quien sabe, una «plantilla» buena, visualmente hablando, sus publicaciones distan de ser «periodismo» e incluso, someten su línea editorial al simple y trivial «prensa del dicen» (comentar lo que dicen las personas sin plantear antecedentes, contextos, detalles, profundidad) pero además, algunos, son entes que, muy a menudo, publican noticias falsas o medias verdades, como parte de la creencia que un view o un like, es mejor que nada.
Para colmos, por ejemplo, solo en Santo Domingo Este se registran casi cuarenta medios digitales, en Barahona hace diez años, había noventa y siete de ellos, entre periódicos y blogs, mientras estos observatorios, aunque para sus intereses privados, han tratado de capitalizar medios para presentarlos como «quorum», no mantienen el control de estos ni estudian ni sus líneas editoriales, ni sus artículos, ni la profundidad de estos, y mucho menos la regionalización de los contenidos
Se acuña el «periodismo digital» por una de estas «organizaciones» pero no especifican cuál es la diferencia entre periodismo y «periodismo digital» porque el ejercicio periodístico es el mismo, lo demás, tiene que ver con técnicas de redacción propias del mundo digital que separa al de papel, pero que estos observatorios» no tienen en cuenta y es muy posible que ni los conozcan.
Lo que más debe molestar, es la injusticia, que un grupo se arrope con los acuñados de términos y la venta de toma de decisiones, de calidad y cantidad, de periodismo, de premiar a quienes ellos entienden para mantener vigencia mediática y de poder, y que mucha gente queda fuera porque simplemente, ellos no les conocen, pues simplemente, no les interesa conocer y menos, ser honestos en ello.
La inmensa mayoría de medios digitales, en este caso, quedan olvidados o no conocidos por los organizadores de estos eventos, pues, al final, el sesgo lleva a concluir que tener un observatorio lo tiene cualquiera y el premio se lo dan según los intereses de los «dueños» de los observatorios.
Las luces se apagan, los ganadores se llevan el premio a casa, algunos, ya no saben donde poner estos, mientras que el mundo del periodismo digital verdadero sigue su rumbo, cumpliendo su rol, donde quiera que ejercen, a pesar de observatorios y Orgs en sociedades de cristales y figureos.
